El fútbol hace justicia

Leganés-Puertollano

Apunto estuvieron los castellanomanchegos de llevarse una alegría en forma de puntos, ya que durante 80 minutos consiguieron que el Leganés no tomara ventaja en el encuentro. Casi al final del encuentro y tras quedar los visitantes con nueve jugadores, el Leganés pudo obrar la remontada y llevarse los tres puntos.

Para cualquier persona que no hubiese visto el partido, lo que pasaría por su cabeza al ver la crónica del encuentro sería: «¿Sólo ha ganado 2-1 contra nueve?». Pero detrás de la crónica estaba otro partido, el jugado por un equipo que vino a Butarque a dejar la portería a cero y que se le aparereciera la virgen arriba y el del CD Leganés, que juegue donde juegue tiene un objetivo clarisimo, la victoria.

Parece que exceptuando los filiales, el resto de los equipos respetan al Leganés en los primeros compases del partido y sobretodo fuera de sus estadios, viendo que Butarque es el segundo campo con más afluencia del grupo II y donde la afición se vuelca con el equipo y está muy encima del encuentro. El domingo también se hizo justicia con eso, donde un pequeño grupo de seguidores procedentes de Puertollano intentaron siempre acallar los cánticos pepineros, pero que tras el arreón final de los locales, solo había un cántico que sonaba al unísono en Butarque.

El fútbol también volvió a ser justo con los jugadores del CD Leganés, especialmente con uno que parecía haberse perdido en la causa: Iván Zarandona. El guineano volvió a dar una lección de como jugar en la zona media del campo que terminó de enmarcar con el gol del empate con un certero remate de cabeza. Pero no sería el único futbolista que terminaría ganando su particular duelo, ya que Joaquín Álvarez, «Quini», estuvo durante los 90 minutos peleando por que el balón entrara en la portería y como no, el pichichi blanquiazul acabó haciendo diana.

Y para acabar, la historia de la justicia tiene un nombre propio: Zinedine Zidane. Capaz de aupar a sus equipos a ganar Copas de Europa, Mundiales, Eurocopas y también de perderlas… Así, su marca en una de las camisetas blanquiazules sirvió para que parte de su historia se pegara a la piel de otro futbolista que ha hecho, está haciendo y hará historia en el Leganés, él es el «Zidane de Llerena» o más conocido como Carlos «Maravilla» Martinez, que con pases al más puro estilo del jugador francés, regaló ambos goles a sus compañeros.

El precio del poder

lega-cerro web

En otro partido partido desastroso, el Leganés cayó estrepitosamente ante un rival que hasta el día de ayer no conocía la victoria en las cinco primeras jornadas de liga. A pesar de la derrota, el equipo sigue en puestos de «playoff» al bajar dos posiciones y colocarse cuarto, a tres puntos del líder.

Dejando a un lado el análisis interno del desarrollo del partido, el Leganés volvió a desperdiciar una oportunidad de dejar bien claro a sus rivales que este año estarán entre los cuatro primeros clasificados a cualquier precio. Ayer volvió a dar la imagen de un equipo que va por rachas. Las buenas sensaciones mostradas en los tres primeros partidos de liga, que tras la derrota en Mareo, ha encadenado una racha de mal juego que le han llevado a perder dos de tres partidos que ha jugado.

Parece que la plantilla depende en gran parte de su afición ya que las dos derrotas han sido propiciadas en desplazamientos donde no ha habido presencia blanquiazul en las gradas. Pero si nos ceñimos a los partidos jugados en el Municipal de Butarque en las tres victorias ha tocado sufrir para llevarse los tres puntos al casillero, dicha afición marcó el «plus» que necesitó el equipo para venirse arriba y terminar por llevar el partido a su terreno.

Por eso «el precio del poder» de este equipo no solo radica en su afición, que una alta probabilidad sigue a su equipo por toda España para animarla y servir de apoyo en los momentos en los que no se siente cómodo, también radica en la fortaleza de un equipo, que este año ha perdido efectivos y antes las horas bajas que vive la tesosería blanquiazul no se han podido adquirir ese tipo de jugadores que en estos momentos de la temporada hubieran servido para dar un plus de competitividad y de calidad ante las bajas que está teniendo el conjunto pepinero.

La liga de los filiales

Liga de filiales.

El proyecto que se presentó ante la RFEF sobre la creación de una «Liga de filiales» de momento no se ha podido llevar a cabo, lo que realmente sí es cierto es que cada domingo en los diversos grupos de de Segunda, Segunda B o Tercera se juegan partidos de la otra «Liga de filiales».

Equipos formados con el único propósito de convertir «chavales» en verdaderos jugadores de fútbol, demostrar su valía y en un futuro servir como refuerzos a equipo superior. La Segunda B está plagada de este tipo de conjuntos (más concretamente de 16) repartidos por los cuatro grupos.

Tres encuentros ha tenido el CD Leganés contra equipos de este perfil y los tres han tenido un desenlace diferente. Si ante el filial santanderino costó una remontada (gracias en parte a las expulsiones que sufrieron) que acabó en goleada y liderato, esta semana se han dado otros dos casos. El primero en Mareo el domingo pasado, donde los gijoneses terminaron doblegando a los blanquiazules en sus condiciones: campo cerrado y el poco público asistente muy cerca de los jugadores.

Ayer en Butarque tocó también otro filial y este para más INRI recién ascendido de rebote, una bomba vamos. A pesar del dominio pepinero, los chicharreros no se amilanaron y desplegaron su autentico peligro abriendo el campo con jugadas a la contra. Así tras el empate y la posterior reacción local, los tinerfeños se sintieron en su salsa como un equipo con la necesidad imperiosa de no perder el punto que les daba el empate, pero terrible a la contra en busca de los tres puntos.

Así el partido se decantó por la experiencia (de los jugadores, de la categoria, de la afición) que inclinó la balanza hacia el lado más pesado. La expulsión descentró la gran concentración que habían tenido hasta entonces los visitantes y como hace escasos cuatro meses Mario volvió a armarse con el traje de goleador expoliado por una afición que nunca dejó de creer en la victoria.

Todavía quedan cuatro partidos fuera y tres en casa ante este tipo de équipos que luchan por emular a los Sevilla Atlético, Castilla o más recientemente al único filial en la categoría de plata del fútbol español, el Villareal «B». Dificil papeleta para los 16 aspirantes de conseguir las cuatro plazas de ascenso y sobre todo teniendo en cuenta la regularidad de equipos como el CD Leganés que lucharán por esa plaza a capa y espada.

Mismo guión, diferente resultado.

Leganés - Cacereño
Leganés - Cacereño

Pleno de victorias, el conseguido por el CD Leganés en esta presente temporada. Cinco puntos con respecto a la temporada pasada, pero algo sigue igual: el sufrimiento en la grada. Hasta el pitido final del árbitro, el público no abandonó el estadio ni respiró correctamente.

Nueva temporada, nuevas caras, nuevos objetivos, pero algo sigue en la retina de los congregados en el estadio de Butarque. Parece ser que cada partido jugado es una copia del anterior y este del anterior y así sucesivamente, porque no se puede explicar que todos los partidos sople el viento a favor del conjunto blanquiazul y acabe pidiendo la hora.

Como no, ante el Polideportivo Cacereño se siguió al pie de la letra, aunque Quini acertara a transformar el penalty y poner en ventaja a los locales, un balón inocente, puso los puntos sobre las ies en el estadio de Butarque. Porque a pesar del tercer gol de la temporada de Garrido y las dos expulsiones que sufrieron los cacereños, nadie se levantó de su asiento, ni abandonó el estadio porque el miedo del empate, es, estaba y estará presente en todo el campo.

Sufrida victoria, que tras el pitido final, la gente salía como siempre del estadio, comentando los malos ratos que nos hace pasar este equipo pero satisfecha con el trabajo y el pundonor de los jugadores que se llevaron tres puntos más en un partido justo.


Rompiendo con la media inglesa

Dep. Conquense-Leganés

Tras la primera victoria de la temporada, tocaba sumar fuera de casa. Los ingleses comentan que ganando los partidos de casa y empatando los de fuera se logra el título. Pero hay dos cosas que el domingo el Leganés no respetó de esta regla: querían la victoria y que el lideráto no devolverá al club madrileño a la Liga Adelante.

Remontemonos al 30 de Noviembre del pasado año, jugaba el C.D. Leganés ante el Villa de Santa Brígida en tierras canarias. Cuatro victorias había conseguido hasta entonces en esa temporada fuera de Butarque, pero tras el gol de Anibal Zurdo en el descuento, nadie hacía presagiar que el Leganés se pasaría 308 días sin ganar como visitante, demasiado para un equipo que aspira a volver a jugar entre los mejores.

Pero parece que esta temporada ha decidido cambiar el estilo de sumar cuatro puntos cada dos semanas y optar por la vía rápida: de tres en tres. Lejos de analizar un partido que muy pocos afortunados pudieron presenciar el guión sigue siendo el mismo que el de siempre, con el corazón en un puño hasta que el colegiado pite el final del encuentro y más de medio partido luchando a capa y espada por conseguir llevarse unos valiosos puntos de vuelta.

Duque se sigue sopreponiendo a las bajas que se le están poniendo en este principio de temporada con mucha imaginación que, de momento, le está saliendo bien. Si el día del Reus no pudo contar con Quini, Anibal, Raul Moreno o Nacho Aznar o en el inicio liguero con las lesiones inesperadas de David Valleros y Gustavo, el pasado domingo no iba a ser menos, ya que a las ya confirmadas de los dos jugadores que cayeron en infortunio ante el Racing, se unió Quini, que minutos de dar comienzo el partido se rompía.

Con estas no le queda más remedio que confiar en una cantera que en vez de dejar en entre dicho si con los lesionados se hubiese jugado otro partido, despeja cualquier duda día tras día. Durango hizo olvidar al «eterno» Gustavo, Morato cambió la cara a la fluidez del balón y se proyectó en ataque con peligrosidad y Garci hizo toda una «frivolidad» para que el centenar de aficionados pepineros desplazados, respiraran.

Diez meses después el Lega volvió a ganar fuera de casa, ahora solo debemos esperar que no se pase otros tantos para que volvamos a recordar un partido que debe ser el reflejo cada dos semanas de esta plantilla, eso sí, ¿deberíamos quitar los minutos de sufrimiento en los que el Leganés defiende su renta con todo lo que tiene? La «sufrida» afición blanquiazul se sentiría extraña si lo hiciesen.

Falsa alarma

lega-racing santander "B"

Todo hacia presagiar otra debacle como la del pasado miercoles, cuando el conjunto cántabro se adelantaba en el marcador a los pocos minutos del comienzo del encuentro. Sin embargo, nadie se esperaba una reacción tan contundente del conjunto de Luis Ángel Duque que tras finalizar el partido mira desde lo más alto de la tabla clasificatoria.

Se llevaban practicamente jugados los primeros 45 minutos de la temporada y ya había en Butarque, brazos cruzados, gritos al entrenador y los primeros pitos. Pero el gol de Garrido comenzó a cambiar la actitud del siempre sabio público blanquiazul. El lateral volvió al once tras perderse el partido de Copa por lesión, y a pesar de sus dos goles de cabeza, nadie se mostró satisfecho con su papel en lateral izquierdo del equipo, donde a día de hoy se sigue echando en falta a segundo clasificado del Trofeo Pepinero del pasado año.

Ya en la segunda parte, el equipo dejó de buscar desesperadamente a Anibal, que por muchos balones que ganara por arriba, no tenían continuación por parte de sus compañeros, desesperando al espigado delantero. Parece que las jugadas a balón parado van a ser las claves de esta temporada a falta de un fútbol elaborado cuando los partidos no estén sentenciados. Carlos Martinez, fue el primero que lo intentó, sacó una falta lateral a la altura del area, buscando a algún compañero en el punto de penalti, pero la defensa racinguista leyó las infantiles intenciones pepineras y logró despejar el balón. Pero ayer parecía que solo la mala suerte estuvo la primera mitad en nuestra contra, ya que el balón rechazado terminó llegando en banda derecha a Jonathan Álvarez que con un medido centro, puso el segundo gol en la cabeza de Garrido.

El viento soplaba a favor, quedaba practicamente toda la segunda mitad y los visitantes jugaban con uno menos. Juli empezó a maniobrar en la posición de pivote ofensivo, «Chupe» se gustaba y hasta Casquero se permitía (peligrosamente) demostrar su calidad en la linea defensiva. Así el ex jugador del Rayo Vallecano y Celta «B», el mencionado «Chupe», volvía a hacer de las suyas por el perfil diestro y esta vez fue «el otro Álvarez», Quini, quién con un certero cabezazo hacía el tercero.

Quini, tercer delantero de la plantilla en el día de ayer, puso el primer aprieto de la temporada a su entrenador. Luis Ángel Duque, al marcar el segundo gol de su cuenta particular y el cuarto para los pepineros. Tras haber apostado por Abraham y Guzmán en Copa ante las ausencias que tenía y de colocar en el once a Nacho Áznar y poco después introducir a Anibal por el lesionado Valleros, fue él quién logró desiquilibrar la balanza de la que cuelga la siempre competitiva delantera blanquiazul.

Tras el pitido final del árbitro, se vió una tremenda diferencia entre las caras de los aficionados pepineros de las vistas solo cuatro días antes en el mismo lugar. La diferencia era, la de haber remontado un partido, otorgado un buen puñado de goles a sus seguidores y el saber de que esa noche dormirían desde lo más alto de la clasificación.

¡Este año… quizás!

Leganes - Reus

Después de la gran pretemporada realizada por los jugadores de Luis Ángel Duque, todos, directivos, jugadores, aficionados llegaban al estadio de Butarque, en su estreno de esta temporada 2009/2010, pensando en el eslogan de esta temporada «Este año sí».

Pero como lleva siendo un mal precedente en este equipo, todos el trabajo, sueños y espectativas se vienen abajo en poco menos de dos horas. La Copa había sido algo olvidado por el Leganés en estos últimos cuatro años, todo ello debido a pésimas clasificaciones en la liguilla regular. Pero el año pasado, a pesar del fracaso del «no ascenso», nos quiso regalar ese dulce con el que siempre sueñan los modestos.

Para algunos esta competición es un estorbo o apenas la tendrían en cuenta, pero para el «Lega» era una oportunidad irrechazable. La jornada de puertas abiertas propuesta por el club, incitaba a los más rezagados o estoicos a disfrutar de una muestra gratuita del fútbol que le puede ofrecer este equipo por unos precios muy razonables. También estaba en mente de muchos el pasar de ronda y enfrentarse a un Mérida «semi profesional», que en supuesto caso de enfrentamiento y victoria, hubiera dado con el «Lega» en tercera ronda, donde se enfrentaría a un equipo de superior categoria y con ello más opciones de que «el gordo de la loteria» llegara anticipadamente para las, todos sabidas, maltrechas arcas del club.

Pero tras el pitido final ese sueño de ver al Real Madrid, Barcelona o incluso al Xerez jugando en Butarque, se esfumó. Y todo ello por un partido nefasto jugado por los nuestros, donde tres fallos defensivos, condenaron a un equipo que parecía en varias fases del partido que compartía la categoría de su rival de ayer, el Reus. Castillejo, ex jugador del CD Leganés y bien conocedor de Duque, sabía de primera mano el fútbol que iban a prácticar los blanquiazules. Los tarraconenses acumularon gente en el centro, juntaron sus lineas defensivas y aprovecharon las bandas para darle al Leganés, tres estocadas de las que no se pudo levantar.

Pero como siempre se dice en el mundo del deporte, «éste siempre te da segundas oportunidades». Y no hay otra que la que tiene este próximo domingo nuevamente en Butarque, ante el Racing de Santander «B» en el que podemos llamar a partir de ahora, el verdadero inicio de la temporada.