El que no llora, no mama


Visitaba el Leganés al Cacereño marcado por el terrorifico arbitraje que sufrieron los pepineros la semana pasada ante la Balompédica Conquense y se encontró una labor del colegiado muy favorable, que sumado a una buena pegada en la primera parte y a una de dosis de fortuna, hizo que los pepineros volvieran con los tres puntos de tierras extremeñas.

El Lega había sido esta semana el centro de atención por muchos medios de comunicación. Pero no por su juego, por su derrota ante el Conquense, ni por el nefasto arbitraje que se vio en Butarque, si no por su entrenador. La rueda de prensa de Luis Ángel Duque se vio de norte a sur y de este a oeste del pais. En una rueda de prensa muy «light» para lo que nos tiene acostumbrados, Luis se quejó especialmente de ese árbitro, pero no era la primera vez que se quejaba de los arbitrajes recibidos en Butarque, pero que tras el sufrido, estalló y tuvo que «rajar».

Por eso la queja de Duque tuvo sus respuestas y en el partido disputado en el Principe Felipe los que se llevaron las manos a la cabeza por los errores arbitrales volvieron a ser los seguidores del equipo local. Si bien esto entra dentro de dos grandes razones: la primera es que los árbitros intentan compensar de alguna forma los errores que se les acomenten para intentar como en este caso, que a los blanquiazules se les olvide la protesta que tenían pensanda en Butarque para el trio arbitral, y la segunda es que esto entra dentro de un circulo vicioso que termina llegando a todos los equipos, perjudicando a éstos y sobre todo a la competición.

Pero ya centradonos en el partido, las expulsiones de Zarandona y García Granero condicionaron un once en el que sorprendio la titularidad de Casquero que acompañó a Valleros, que volvió al centro del campo tras varias jornadas, ocupando Gustavo al lateral derecho. Con este planteamiento practicamente la alineación titular del conjunto, el Lega llevó la manija del partido durante los primeros compases y solo una oportunidad de Yannick inquietó a un sobervio Raul Moreno. Así una gran asistencia de Carlos Martinez a Chupe, hizo justicia en el resultado y adelanto a los visitantes tras burlar al portero.

Se niveló la balanza de la posesión y ambos equipos disfrutaron de varias jugadas de peligro antes del descanso que bien pudieron haber cambiado el resultado, bien con un justo empate por los locales o con una consolidada victoria momentanea para los visitantes. Pero tras los segundos 45 minutos, un equipo desapareció del campo: el Leganés. Los cacereños se fueron al ataque y no dudaron en tirar de todo el arsenal que tenían disponible para intentar vatir a Raul Moreno.

Pero el guardameta pepinero no es de los que llora para mamar, él mama para que el resto llore. Realizó un sobervio partido transmitiendo una seguridad en todos los balones que surcaban su area y cuando tenía que emplearse a fondo en los lanzamientos rivales, no dejaba opción a una segunda jugada en forma de mal rechace y ni tan siquiera cediendo un corner.

Bien es cierto que se vivieron momentos de tensión en los que pudo haber un penalty sobre Rai, cometido por Negral que hubiese supuesto la segunda tarjeta amarilla o la más clara ocasión de los verdes obra de «Lolo» Guerrero, que remató en boca de gol al larguero y el balón salió rebotado hacia fuera del arco pepinero,  pero la defensa del Leganés no permitió que el balón traspasase la linea de gol en los 90 minutos.

Para ello se armó nuevamente de 14 guerreros que tuvieron que ejercer en más de una ocasión de «segundo portero» despejando «in extremis» los pocos balones que Raul, entre una maraña de jugadores, no acertaba a desbaratar. La vuelta de Mario en competición liguera y el debut de Guzmán, fueron dos de las cosas positivas que el equipo al margen del resultado se trajo del Principe Felipe.

Porqué esto es así, en esta pelicula hay 22 actores principales y 3 malos, pero si los malos te están haciendo un mal papel durante varias tomas del rodaje, como bien quería decir el entrenador del Cacereño «o lloras o no mamas», y en un partido muy trabajado por los jugadores de Duque, un cuantos llantos por perder los tres puntos la semana anterior se convirtieron en lágrimas de alegría por haberlos recuperado esta semana. Este fin de semana, esperemos no tener que soltar más lágrimas para que el Sporting «B» no juegue con ventaja, algo bastante común en Butarque ultimamente.

Abuso de autoridad


«El abuso de autoridad es asociado comunmente al uso de un poder otorgado por la posesión de un cargo o función, pero de tal forma que este uso no está dirigido a cumplir las funciones atribuidas a ese cargo, sino a satisfacer intereses personales del individuo que lo ejerce.» Desconocemos los intereses que buscaba el colegiado insular Alemán Pérez, pero su catastrófica actuación en el partido entre el CD Leganés y la Balompédica Conquense le ha vetado para ejercer su profesión en el estadio de Butarque.

Todo apuntaba a un gran encuentro entre dos grandes equipos sobre el coliseo pepinero. La lluvía también se unía a esta iniciativa cedía por el bien del espectaculo y la afición se empezaba a congregar en sus asientos. Así, muchos de ellos no se habían sentado todavia cuando Carlos «Maravilla» Martínez se sacaba de la chistera un espléndido lanzamiento de falta directa que ponía por delante a los de Duque.

Pero como dice el dicho «a perro flaco todo son pulgas» y un mal despeje de Javi a la salida de un corner, volvía a los pies del jugador manchego que ahora sí ponía el balón en la cabeza de su compañero y establecía el empate. A partir de ahí 22 personas pasarían a un segundo plano y comenzaría a emerger la figura de «juez». Ya antes del descanso empezaba a verse que «su vara de medir» era diferente para ambos equipos ya que Iván, Juanjo y Javi veían sendas tarjetas amarillas mientras que ex blanquiazul Aridani se despachaba agusto con Chupe. Así una falta botada por un jugador visitante sin el permiso del árbitro y posteriormente repetida se quedó sin castigo alguno, ¿alguna objeción?

Finalizados los 45 minutos, comenzaban sus frivolidades que le darían el galardón a «personaje del partido», la espera a que todos los jugadores entraran en el vestuario y la posterior demora hizo que la grada se ensañara un poco más si cabe con el «trencilla» que enfilaba hacia los vestuarios con el aire chulesco propio de un chaval de 22, pero a excepción de que su chulería no era madrileña, si no canaria.

Reanudado el encuentro, como no, el árbitro volvería a ser el último en salir para volverse a ganar otra pitada de la grada y mientras el segundo acto daba comienzo, Luis Ángel Duque pensaba en mover el banquillo para dar entrada a Anibal. La mayoría sabíamos que el sacrificado sería el nuevo fichaje García Granero por el poco rodaje que lleva de competición pero algo sobrevolaba en el estadio, algo que daba muy mala espina. Así, en una «gilipollez», el ex jugador de la Universidad de Las Palmas pidió la distancia al colegiado y acto seguido sacó la falta. Resultado, una segunda tarjeta amarilla y a la calle, donde también se unió Iván Zarandona, que con unos «ostensibles» gestos también se ganaba la roja.

La gran culpa de esto radica tanto en el nuevo fichaje blanquiazul, como en la manía que han adoptado los árbitros de medir las distancias con la vista. Ya que como se aprecia, en ningún momento hace un intento de ir hacia el balón para poder medir con sus pasos una distancia correcta a la que estuviera el jugador defensor. Amigo colegiado, ese error técnico lo pagaste con un «acto de rebelión» que interpretaste con el jugador del CD Leganés. Pero para no acabar ahí, en innumerables ocasiones, hizo caso omiso de la llamada «ley de la ventaja», cuando tras haber una falta sobre un jugador del Leganés, interrumpía el juego aun siendo la situación ventajosa para los locales, cuando el reglamento estipula todo lo contrario, es más, en caso de parar el juego es para amonestar a un rival, si no el juego debería ser fluido y sin pausas.

Así, el Leganés tenía 35 minutos para obrar la èpica. Defender con uñas y dientes e intentar arrascar los tres puntos para una afición que tras el palo ante el Alcorcón estaba tocada. Pero el Conquense, como ya demostró en la primera parte, no era un equipo que venía a Butarque a encerrarse y a hacer bueno el punto que llevaban, demostró ambición ante un rival herido, confundido y medio noqueado para llevarse el gato al agua y con tres zarpazos en cuarto de hora finiquitó el encuentro donde la goleada lució aun más la actuación del colegiado.

La pregunta que todos los aficionados tienen en su mente es, ¿por qué un colegiado canario, puede arbitrar partidos en los que los intereses de equipos del colegio al que está adscrito? La estructuración de los grupos de Segunda División B tiene una poderosa ventaja de territorialidad que haría que los «abusos de autoridad» que ejercen algunos árbitros no se viese en partidos como el de ayer, por eso se lanza está cuestión a la FEF, ¿se podría vetar a los árbitros extremeños, cantabros, asturianos, castellano-manchegos y como no, canarios para que no pitaran al CD Leganés?

Fuenteovejuna


La conjura llegó al club pepinero. Tras perder los dos últimos «derbys» ante Alcorcón y Atlético de Madrid «B» y alejarse de los puestos de «play-off» lograron en la mañana de ayer una importante victoria en La Maruca ante el filial del Racing de Santander , despejando de golpe todos los fantasmas que sobrevolaban la entidad madrileña.

La baja de Morato por acumulación de tarjetas, hizo que el nuevo fichaje blanquiazul, Juan José García Granero se uniese a la causa del ascenso impuesta a principio de temporada por el C.D. Leganés. A esa causa en la que ya estaban metida toda la plantilla y que tras una primera vuelta, los Postigo, Chupe o Valleros, están empezando a tener la regularidad que dará el plus de calidad a esta plantilla.

Porqué ayer todos contribuyeron a una causa común: la victoria. El primer gol es en gran parte obra de Carlos Martinez ya que un centro envenenado suyo hizo que un defensa rival desviara hacia su propia portería, poniendo la suerte de nuestro lado así como el marcador. Si anteriormente se refería a que el «Lega» apenas salía enchufado en los primeros compases del juego, nuevamente Carlos Martinez echaría por tierra esa afirmación. Esta vez con un gran pase para su opuesto de banda, Chupe, quién con una buena definición aumentaba la ventaja del Lega.

La defensa seguía en su linea apuntalando desde atrás y dando salida rápida al balón, pero a pesar de ello una buena acción local hizo que acortaran distancias antes de terminar los primeros 45 minutos. Tras la reanudación, la ilusión de los jovenes norteños se iría al traste, ya que otro de los «desaparecidos» se sumaba a la rebelión que se dió ayer fuera del estadio de Butarque. Juli anotaba el tercero del encuentro y el primero en su cuenta particular en la presente temporada, donde parecía que se le resistía, sobre todo en los últimos partidos donde ha estado jugando en una posición más cercana al gol.

Para finalizar, estubo el de siempre, Joaquín Álvarez. Cuando el partido está roto aparece él para poner la puntilla a un encuentro, que se llevaron justamente los visitantes, con un gol de media tijera que establecia el 1-4, que permite a los de Duque seguir la estela de los cuatro de arriba, donde solo el Atletico de Madrid «B» no pinchó, a excepción del Alcorcón que aplazó su partido por el mal tiempo.

Ayer se vió un total sincronismo del equipo, donde todos remaron para el mismo lado, donde fueron una piña ypor eso podemos utilizar nuevamente el cántico que Calderón de la Barca expresó para una de sus obras de teatro. Porqué el Leganés siendo Fuenteovejuna, siendo todos a una afición, directiva, equipo, ciudad… es muy sencillo que este año se vuelva a cumplir el sueño de ver los colores del «Lega» por los campos de Segunda División.

Quien golpea primero…


El filial Atlético fue fiel al refrán en la tarde de ayer y consiguió llevarse tres puntos, que alejan a los pepineros de los cuatro puestos de privilegio que dan opción a jugar el «play-off» de ascenso a la Segunda. Buena parte de ello fue su efectividad arriba que contrasta con la de los blanquiazules que siguen dependiendo de jugadas aisladas para poder subir su marcador.

A pesar de que el espigado Ibra debutó en el Vicente Calderón el sábado por la noche, Antonio Rivas estaba apenas preocupado, sabía que su recambio lo haría igual o mejor que él. Todo lo contrario a Duque, intenta tapar las carencias de este equipo con jugadores que no van a dar un rendimiento similar a la demarcación que verdaderamente deberían ocupar en el campo. Así se vio, que tras acabado el «primer round» o los también llamados 45 minutos, los rojiblancos ya habían mandado a la lona por dos veces a los blanquiazules y eran claros candidatos a ganar por los puntos.

Ni que los locales se quedaran con diez ayudó a los pepineros a obrar la épica porque en la zaga había otro «sustituto». Atienza hizo olvidar que meses atrás había otro central como Domínguez lidiando con él. Pero si bien es cierto que cuando el Lega centró su objetivo y marcó su ritmo la cosa cambio, muy tarde, pero cambio. El gol de Garci hacía que el maltrecho púgil leganense creyese que todavía tenía opción de llevarse algo pero ayer solo fue el día en el que se maquilló otro mal partido fuera de casa.

La situación lejos de Butarque es bastante preocupante, ya que de los diez desplazamientos solo se han ganado dos y lo más preocupante es la falta de ambición fuera de Butarque del equipo donde nunca ha conseguido conseguir la remontada si el equipo local ha empezado marcando (o dando el primer golpe), cosa que ocurrió ayer en el Cerro del Espino. Si bien en Butarque solo el Alcorcón ha salido victorioso en el intercambio de golpes que cada dos semanas se producen en el fortín blanquiazul, ahí donde el Lega se ve siempre superior a su rival y se aferra a su fe para «noquearlo» y mandarlo de vuelta a casa con el casillero a cero.

Lo vivido en el Cerro del Espino por toda la expedición pepinera son secuelas que se quedan marcadas en la mente. Si bien la afición se volvió a movilizar en masa para intentar dar alas a un equipo en los complicados partidos que está afrontando fuera de casa, ayer se volvió a llevar una «contra» que sin duda hará que para los próximos partidos en Santander y San Sebastián de los Reyes, el número de aficionados baje ostensiblemente.

El equipo también vio como un filial volvía a bailarle un encuentro, con dos precisos y simples golpes en los primeros compases del encuentro, que cortaron todo el planteamiento forjado por Luis Ángel Duque. Si bien Nacho fue relegado al banquillo, tuvo que salir antes del tiempo reglamentario en detrimento de Carlos Martinez que no estaba al 100%. Pero el melillense es como un boxeador veterano. Parece que ya no sirva para dar golpes, pero él lucha y se reniega a rendirse porqué sabe que detrás del balón se encontrará la portería, y una vez que la encuentre no parará de golpear al superar la barrera que este año le lleva la friolera de 1129 minutos sin propinar un directo a las mallas rivales.

Porqué los «sparrings» ya termiraon con la temporada, porqué la liga te da es que tras cada derrota al domingo siguiente tienes una nueva oportunidad de levantarte y seguir luchando, porqué todo está en las bases: entrenar, correr, luchar… Porqué ya lo dice el dicho quien golpea primero, golpea dos veces, eso es lo que le falta a este equipo para seguir cosechando triunfos por allá donde vaya.

¡Al loro pepineros!


El gran Alberto Velasco acuñó el pasado domingo, tras caer ante el Alcorcón,  esta célebre frase del señor Joan Laporta, para explicar la situación del Club Deportivo Leganés, y razones no le faltan. Situados en la quinta posición, empatados a puntos con el cuarto y a solo cinco puntos del primero, es una situación que a día de hoy toda la familia blanquiazul habíamos firmado a principio de temporada.

La derrota en el derby ante el Alcorcón dolió en todos los sentidos, pero también creó un malestar general en la afición. Pareció que toda la mediatización que acompañó al partido (la revancha por el 0-6 y el posterior video promocional, el reportaje a Luis Ángel Duque por parte de la cadena Cuatro…) fue uno de los factores de que tanto el equipo como la afición no salieran del todo enchufados al encuentro, además del factor de que el helado cesped de Butarque se animó para engrandecer más la «empanada» blanquiazul por no recurrir siempre a la labor nefasta del árbitro.

Los más sabios en la materia preveían que tal y como acabó la primera parte, con el resultado inicial, el que se llevara el partido lo haría por medio de un error. Y así ocurrió, una serie de desgracias en cadena se fueron dando desde que el balón rebota en Garrido hasta que Gustavo se escurre en la misma linea de gol. Tras dar el primer golpe, los «vecinos» se crecieron y conseguieron controlar las embestidas pepineras en pos de un empate que no sucedió.

Al terminar el encuentro, la parroquia pepinera salió disgustada con su equipo, que perdía, no lo olvidemos, su primer partido en casa de la temporada y cortaba una racha de más de seis meses invicto en Butarque. ¿Había tocado fondo el equipo?, ¿la situación es tan desastrosa que no se puede remediar? La respuesta es simple: No. Parece que a todos se nos ha olvidado el gran partido realizado ante el Guadalajara o la contundente victoria ante el Toledo.

El problema que realmente tiene este equipo es el de su afición, una afición siempre crítica y exigente a la par que entregada y entusiasta. Los 2000 congregados en Butarque deberíamos haber respirado profundamente al terminar el partido y esperar a tener la cabeza fria tras la dolorosa derrota para poder empezar a analizar el partido. El domingo se perdió un partido de esos en los que fue mejor no haberse levantado, pero es lo que tiene la liga regular, que el domingo siguiente tendrás otra oportunidad para resarcirse de los errores, obviando los traspies anteriores.

No estamos tan mal, pero si estamos mal en algunos aspectos. Si a princitipio de temporada contabamos con cuatro delanteros (Nacho Aznar, Quini, Anibal y Abraham) que la pasada campaña metieron más de 50 goles entre todos, algo estamos haciendo mal si en la presente solo llevan 8 en plena mitad de temporada. Por eso el regalo para estas Navidades deberíamos pedirle un buen regalo y es que el saco de los regalos se convierta en un saco de goles para nuestros atacantes.

Veinticinco leones

«El tiempo pone a cada uno en su sitio». Seguramente sea una frase que esté pasando por la cabeza de Luis Ángel Duque viendo el gran momento de su plantilla. Una plantilla que tuvo un pequeño bajón, pero que en la recta final de la primera vuelta está demostrando que está preparada para conseguir todo lo que se proponga.

Después de los últimos resultados, parece que a muchos se les ha olvidado el calendario que tenía el Lega por delante en las últimas jornadas. Oviedo, Las Palmas, Toledo, Guadalajara eran varios de los equipos a los que se enfrentaba y no cedió ningún punto ante estos.

Pero más entrando en materia, el «derby» con el Toledo se afrontaba con las bajas de Garrido y Morato. El primero indiscutible en la defensa y el segundo un canterano que a priori contaba con pocos minutos por parte de Duque pero que ha terminado ganandose un sitio. Pero entre los 25 jugadores de la plantilla, hubo dos que suplieron a la perfección a los dos sancionados. Raul Moreno demostró que era humano y los toledanos no aprovecharon que el guardameta bajó a la tierra. Así en la segunda parte, otro de los 25 saltó al campo: Chupe. Su salida revolucionó el encuentro y anotó uno de los tres goles que le valieron al Lega para conseguir la victoria.

Cuatro días después tocaba cumplir en la vuelta de los diceseisavos de final de la Copa Federación ante el Alcalá de Henares. Duque volvía a tirar de ese fondo de armario que tiene por plantilla. Solo Valleros repetía en el once inicial cambiando las diez restantes piezas. Nuevamente el equipo volvió a responder y con creces. Si la competencia en el centro del campo es ya de por si alta con Zarandona, Valleros, Morato y Casquero, estos dos últimos se encargaron de ponerle en más problemas a Duque, ya que consiguieron los dos goles del CD Leganés. Pero no fueron los únicos que le pusieron deberes al mister de cara al domingo, Garci, Roberto Martinez, Miguel Ángel… también cuajaron un gran partido.

Por eso en la visita a Guadalajara Duque tuvo que elegir a 16 de los 25 leones que dispone. Y los que participaron en el encuentro no le decepcionaron. El Lega jugó con garra los 90 minutos, con un objetivo común, darle una victoria a la afición que no cesó de animar. El líder demostró el porqué está ahí arriba, pero en el caso de los castellano manchegos les faltó algo de lo que va sobrado el Leganés: una plantilla ámplia y equilibrada. Si por los morados faltaban sus mejores arietes Alain y Souto, en el Lega marcaba el gol un «chaval» que al principio de temporada se dedicaba a seguir los partidos en la grada.

Ahora es cuando ha llegado la hora del Club Deportivo Leganés, donde se está viendo que las lesiones, sanciones o cualquier otro tipo de inconveniente coloca a un equipo donde se merece y en nuestro caso, nuestros 25 leones han vuelto a llevar al club a los puestos de privilegio del grupo.

Protagonista: la cantera

En apenas cuatro días la actualidad pepinera ha pasado por varios de sus canteranos, desde el buen hacer en el campo defendiendo la elástica blanquiazul hasta sustos que reflejaba la prensa nacional.

Partimos del jueves pasado en el estadio Virgen del Val, donde el Leganés afrontaba su primer encuentro de Copa Federación ante el Alcalá. Allí Duque decidió dar oportunidades a los que menos estaban teniendo esta temporada como Miguel Ángel o Javi junto con una amplia legión de canteranos comandados por Abraham y Durango. A pesar del empate final a cero goles, los «chavales» no le perdieron la cara en ningún momento a un partido que para muchos sería un escollo en una semana para preparar el partido, pero que a la gran mayoría sirvió para revindicarse y ponerle las cosas más complicadas a Duque a la hora de elegir a los 16 de cada fin de semana.

Ya en la jornada del domingo, el Lega viajaba a tierras canarias para enfrentarse a un duro rival como la Universidad de Las Palmas. Postigo volvía a repetir en el once inicial y en su tercer partido consecutivo como titular, se permitió el lujo de marcar un autentico golazo, tras regatear a dos rivales y adelantar en el marcador a los pepineros. No contento con ello volvió a realizar un sobervio partido incluso cuando el equipo se quedó con nueve jugadores sobre el terreno de juego. A ello hay que sumar que en varios minutos de juego hubo hasta cuatro canteranos sobre el cesped artificial del campo insular, siguiendo una tónica al más puro estilo culé.

Para cerrar la jornada, la nota triste la ponía Mario Jiménez, jugador del filial, que tuvo que acabar el partido en el hospital Doce de Octubre tras un percance que sufrió en el partido contra el Betis San Isidro. Tres días después de jugar su primer partido con el primer equipo esta temporada podía haber acabado todo para el joven jugador, pero la rápida actuación del portero del equipo rival hizo que no ocurriera una tragedia más en un campo de juego.

Por eso el Lega tiene que presumir de cantera, porqué están demostrando semana tras semana que no son promesas si no realidades de este club, aportando su pequeño granito de arena por este club.

Haciendo «la goma»

Cuando uno o varios ciclistas van a cola de grupo sufriendo para mantenerse en él, en los tramos más duros, el ritmo se desvanece y quedan ligeramente descolgados. Pero inmediatamente recuperan posiciones a golpe de pedal. Ese movimiento de vaivén es lo que se llama en Ciclismo ‘hacer la goma’, el claro ejemplo de lo que está viviendo el Club Deportivo Leganés esta temporada.

Parecía que tras la mala racha de empates y derrotas el club blanquiazul se despediría durante una temporada de luchar por los puestos de ascenso, pero el grupo de posibles candidatos a los puestos de privilegio no ha sabido marcar un ritmo a los demás rivales para tratar de descolgarlos. El Leganés «haciendo la goma» ha sabido mantenerse siempre a dos puntos de dichos puestos jornada tras jornada y a día de hoy esa marca todavia prevalece.

Otro que ha querido aplicar dicha expresión ha sido Luis Ángel Duque. La explicación radica en que la inmensa mayoría de los equipos tienen once jugadores «indiscutibles», cuyos nombres saben de principio a fin todos sus aficionados, y el resto que luchan por alcanzar esa posición como si de una carrera ciclista se tratara.  Por eso ante las bajas de Mario, Valleros, Chupe y el bajón goleador de la delantera, Duque ha sabido mantener a sus piezas suplentes a un nivel de jugador titular.

En el caso de Mario, tres jugadores han jugado en la posición de defensa central: Javi, Casquero y Postigo. Ninguno de ellos ha desempeñado dicha sustitución con una nota que lo mandara directamente a la grada, todos ellos han llegado al día de la lista de convocados en el mismo grupo con opciones a ser convocados. Identico, es el caso de Morato, un jugador que volvía tras su cesión para intentar tener un rol más importante esta temporada. El bajo nivel de principio de temporada de Zarandona y Casquero junto con las ausencias de Valleros le han abierto la puerta de la titularidad. Él lejos de amilanarse ha sabido responder a la confiaza depositada por Luis con partidos en los que estando los otros tres mediocentros a disposición del técnico, le pondrían en un gran aprieto a la hora de elegir a los dos elegidos para llevar la manija en la medular.

Por último, la goma de los de arriba es la que más dolores de cabeza le está costando a Luis. Duque sabe que tiene que tener a todos sus atacantes al 100% y a un nivel alto pero tanto Nacho como Anibal esta temporada no han empezado como se esperaba. Todo lo contrario a Quini y Garci que están aprovechando los minutos para hacer goles y eso está pesando sobre sus otros dos compañeros. Por esta razón el técnico pepinero no quiere que los delanteros con peor anotación goleadora se le oxiden en el banquillo o en la grada y está confiando en ellos porqué sabe que tarde o temprano sus goles y su juego volverá a rayar al nivel del mostrado por Quini y Garci.

Y sin lugar a dudas «la goma» que están realizando los jugadores del Leganés, es pareja a la situación de su equipo, cuando todos estaban fuertes tras el desastre copero, los blanquiazules lideraban el grupo, pero tras una relajación o cansancio general, se pasó al grupo de cola, desde el que ahora y tras la victoria de ayer, intentarán abrirse paso hasta los puestos de arriba.

¿Vaso medio lleno o medio vacio?

Real Oviedo-Leganés

Seis partidos sin ganar, tres sin marcar y dos empates consecutivos son unas estadísticas bastante pobres para los objetivos marcados por la directiva y el equipo, pero sin embargo el sueño del ascenso sigue intacto ya que los puestos de «playoff» siguen estando a dos puntos tras el paso de las jornadas.

Todo el mundo blanquiazul se pregunta ahora por la situación del Leganés tras estas trece primeras jornadas, se situa octavo, en tierra de nadie,  eso si, más cerca de los puestos de privilegio que de los de catastrofe. El juego del equipo no es vistoso pero si eficiente: ha sacado la mitad de los puntos jugados y sigue sin perder en Butarque. Aunque la estadística goleadora es bastante floja donde Quini y el sorprende Garrido son los máximos artilleros del equipo con cuatro goles, la portería de Raul Moreno es un verdadero fortín. Si quitasemos el nefasto partido ante el Cerro de Reyes, la portería pepinera sería la segunda menos goleada del grupo, solo superada por la meta de nuestro rival de ayer: el Real Oviedo.

Partidos como los de ayer son los que al Leganés le van a venir como anillo al dedo para la segunda vuelta, pues se ha visto que todos los equipos a los que se ha enfrentado el Leganés, el desconocimiento sobre el rival le ha pesado en gran parte fuera de casa. Por ejemplo ante la Balompédica Conquense no se cerró un partido trabajado hasta los minutos finales, el Sporting «B» demostró la valía de los equipos filiales como sorpresas de las primeras jornadas y el hacer en su estadio. Las últimas tres visitas ante equipos a priori rivales por el ascenso: Vecindario, Gimnástica y Oviedo, no han hecho si no confirmar que el miedo o conformismo con el que el Leganés sale a jugar en dichos campos es más que prescindible ya que en dichos partidos si el Leganés hubiera venido con los tres puntos en el zurrón nadie habría dicho que fuese inmerecido.

En el Carlos Tartiere vimos a un Leganés cohibido y sin ideas en los primeros 45 minutos. Todos los jugadores empezaron contagiados por ese ambiente que solo se respira fuera de Butarque. Postigo se veía superado en todo momento por Rayco, Zarandona no encontraba su sitio, Garrido actuaba demasiado acelerado, Anibal y Nacho buscaban petroleo en cada jugada sin éxito, solo Carlos Martinez sabía que en un campo tan grande podía campar a sus anchas por el ala izquierda del equipo blanquiazul. Raul Moreno salvaba los muebles y mantenía al equipo con vida en el encuentro y eso hizo que a medida que pasaban los minutos, el equipo iba adaptandose como un molde al campo y tras el inicio de la segunda parte se vio la verdadera imagen del Leganés.

La segunda parte fue otro partido jugado por los madrileños: Postigo se convirtió en un mariscal y cuajó un gran partido, Zarandona volvió a disfrazarse del jugador de la pasada campaña, Garrido defendió y atacó con oficio, Nacho empezaba a crear peligro en el área carbayona, Carlitos seguía dando quebraderos de cabeza al lateral derecho ovetense y había otro personaje fuera del guión principal que quería dar guerra en el encuentro, Quini. Los goles no llegaron pero todos los allí presentes vieron que el partido podía caer para cualquiera de los bandos.

Finalmente el resultado fue el mismo que el que marcaba en el pitido inicial el árbitro del encuentro. La mala suerte y la falta de gol condenó de nuevo al empate al Leganés, pero el gran trabajo realizado por los de Luis Ángel Duque durante los segundos 45 minutos invita a ver que el club pepinero terminará llenando el vaso al final te temporada para brindar por una temporada en la que si todos los domingos jugasemos como la segunda parte de ayer sería seguramente de ascenso.