La semana de tres partidos le ha servido al Leganés para ver en el momento en el que se encuentra. Cuatro puntos de nueve posibles y una templanza en el juego lo han llevado a colocarse tercero a las puertas del ascenso directo. ¿Vuelve la ilusión a Butarque?
Después del correcalles contra el Racing y el discutidísimo arbitraje sufrido en Burgos, llegó el ansiado «si no puedes ganar, por lo menos no pierdas». Borja Jiménez amarró un punto frente al Oviedo que le sirve para seguir sumando y no desengancharse de los puestos de arriba en una semana exigente y en la que solo ha rotado la parte de delante del equipo, dejando clara cual va a ser su columna vertebral en el corto y medio plazo.
Terceros en la tabla clasificatoria y primeros en la de menos tantos encajados. Hacerle un gol a este equipo sigue siendo un dolor de muelas con el entramado defensivo. A excepción de los días del Mirandés y Alcorcón, los demás rivales le han hecho intervenir a Diego Conde o Dani Jiménez en tres o menos ocasiones. Las dos que hizo el joven guardameta pepinero le fueron suficientes para dejar su portería a cero y volver a echar el candado tras cuatro partidos encajando.
Otro hito del abulense ha sido enganchar al público local tras años de pandemia y decepciones. Después de las jornadas estivales en los que cientos de aficionados blanquiazules no han podido acudir al estadio con regularidad, la buena racha del equipo y el espaldarazo de la visita de cántabros y asturianos ha servido para que se sobrepasen los 8.000 espectadores de media con bastante antelación con respecto a la campaña anterior.
Butarque busca llegar a aforos de 3/4 de entrada y el domingo, con buen horario de tarde, volverá a ser una prueba de fuego con la visita del Amorebieta, un club que no desplazará una gran masa social, por lo que tendrá que ser la pepinera la que demuestre que está enganchada.
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